1. La decisión de Inversión:
Por definición, la rentabilidad que se obtiene de los activos, tiene que ser superior al coste del pasivo. Pero también por necesidades de supervivencia de la empresa. Sin embargo, la realidad pone de manifiesto muchas veces otra cosa bien distinta.
Ello nos conduce a la necesidad de conocer métodos de análisis y evaluación de inversiones, pero también a aplicar mucho sentido común, puesto que no existe método alguno que garantice el éxito de una inversión concreta. Los modelos de análisis de inversiones, son solo parte del proceso de la toma de decisiones, pero no deben suplir nunca el juicio del analista, es decir, de la persona que toma decisiones.
Además, no debemos cometer el error, de analizar muy bien la inversión cuando ésta es un proyecto, y olvidarnos de la misma, cuando ya es una realidad, cosa que por desgracia, pasa en más de una empresa y en más de una ocasión.
La decisión de invertir debe tomarse con precaución y prudencia: los números son siempre necesarios, pero éstos son interpretables, y desde luego los resultados de las previsiones tienen mucho que ver con las hipótesis de trabajo que se hayan manejado previamente. Por ello, sólo se debe decidir inversiones de importancia cuando exista un convencimiento pleno y bien fundamentado de su rentabilidad y viabilidad.
2. La Decisión de Financiamiento:
Se producen en mercados financieros. Ello significa que se debe evaluar cual de estos segmentos del mercado es más propicio para financiar el proyecto o actividad específica para la cual la empresa necesita recursos.
Cuando se toma tal actitud con el propósito de modificar las proporciones de la estructura de capital de la empresa. Ninguna empresa puede sobrevivir invirtiendo solamente en sus propias acciones. La decisión de recomprar debe incluir la distribución de fondos no utilizados cuando las oportunidades de inversión carecen de suficiente atractivo para utilizar estos fondos. Por consiguiente, la recompra de acciones no puede tratarse como decisión de inversión.
Diferencias entre decisiones de inversión y financiamiento:
o Las decisiones de inversión son más simples que las decisiones de financiamiento.
o El número de instrumentos de financiamiento está en continua expansión.
o En las decisiones de financiación hay que conocer las principales instituciones financieras.
o La venta de un título puede generar un VAN positivo para usted y uno negativo para el que invierte.
o Las decisiones de financiación no tienen el mismo grado de irreversibilidad que las decisiones de inversión.
o Son más fáciles de cambiar completamente, o sea, su valor de abandono es mayor.
¿Cuándo se debe buscar financiamiento?
Ø Cuando hay oportunidad de negocio.
Ø Cuando se busca mejorar la empresa.
Ø Para fondear ventas futuras, cuando se tiene la certeza de que sí se va a vender.
Ø Esto se hace generalmente cuando el negocio es cíclico.
Ø Para oportunidades de modernización, optimización, crecimiento.
3.DECISION DE REPARTO DE DIVIDENDOS:
Las empresas deben tomar esta decisión teniendo en cuenta diversas cuestiones como la cantidad necesaria para acometer nuevas inversiones, el tener asegurada una mayor liquidez, contar con un fondo de maniobra para poder gestionar situaciones de dificultad y, por supuesto, la retribución del accionista que ha invertido en la compañía con la esperanza de obtener una rentabilidad.
La prudencia lleva a pensar que es mejor que ese beneficio sea reinvertido en la empresa para que esta pueda fortalecerse, crecer, invertir en nuevas líneas de negocio o, simplemente, tener una mayor reserva para afrontar posibles situaciones negativas.
Sin embargo no olvidemos que el fin económico de la empresa, además de la sostenibilidad y la rentabilidad del negocio, también ha de contemplar el pago a los accionistas de una parte de los beneficios obtenidos. No olvidemos que esos accionistas han sido los que, en uno u otro momento, han depositado su confianza y su dinero en la empresa para que ésta, haciendo un buen uso del mismo, pueda llevar a cabo sus actividades. La recompensa que estos inversores obtienen viene precisamente de esa parte de los beneficios que la empresa decide repartir.
Por tanto los responsables de la empresa han de saber equilibrar estas circunstancias y tomar una decisión ponderada para poder satisfacer a los socios y mantener un buen estado financiero, evitando una excesiva descapitalización que pueda volverse en contra de la compañía a medio o largo plazo.
Esta decisión se vuelve más complicada en el caso de las empresas cotizadas. Hay que tener en cuenta que además del atractivo que para el inversor supone la compra de acciones de compañías que ofrecen un mayor reparto de beneficios, hay fondos que invierten precisamente en empresas con una gran rentabilidad por dividendo.
Si el dividendo es pobre la empresa puede perder atractivo para el inversor, pero si es muy alto la apuesta por la compañía se vuelve más arriesgada. Por eso es importante saber cuál es el punto idóneo y conjugar en la medida justa el pago de rendimientos a los inversores y el mantener en el balance de la empresa la mayor cantidad posible de esos beneficios.
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